Nada satisface tanto en la vida, como escuchar a la intuición de la fe decirnos que todo es cierto, que no hay mentira en la esperanza; que llegará el día en el que el corazón dolido será sanado, y sus heridas vendadas (Sal. 147:3 BTI).

¡Aleluya!

Ignacio Simal Camps

Esperanza
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